

A partir de que tengas esa idea inicial comienza entonces a materializar, para ellos debemos ir de los más simple a lo más complejo. Tomemos un lápiz, crallones y una hoja de papel. Realicemos bostezos, trazos que definan y modelen lo que está tan difuso en nuestra imaginación, poco a poco, verás como cadáver que realices un trazo y luego otro las cosas irán teniendo más y más forma definidas.
Y si aún no se parece a lo que está en tu mente avanza un poco más y trata de hacerlo con otros materiales: cartón, anime, papel, platilina, limpiatipo, arcilla, madera. El material es indiferente lo más importante es que le puedas dar la forma que está en tu imaginación. Al finalizar cuando ya modeles por lo menos el 40 % de lo que está en tu imaginación. Procede a hacer planos, recetas, listas de componentes y detalla paso a paso como te imaginas que lo harías.
Y ya en casi la recta final comienza a realizar solicitudes de cotizaciones y presupuesto cuánto cuestan tus componentes.
Ya finalmente establece el costo de tu mano de obra de cuánto te costaría realizar una cierta cantidad considerable para que no se e salga tan costoso, porque aunque no lo creas hacer grandes cantidades de productos es mucho más económico y rentable que solo hacer unos pocos de manera artesanal, aunque parezca más costoso por la inversión pero en realidad al finalizar por pieza saldrá muchísimo más económico.
Un ejemplo de ello realizar 20 kg de mayonesa saldrá mucho más económico por cada tarro que si solo realizaríamos una taza. Sin embargo no todos tenemos el capitán para poder fabricar los 20 kg.
Finalmente no dejes por fuera todos los costos de solicitar los permisos, registros y certificados de calidad que necesarios para que tus productos difundan confianza y preferencia en tus clientes.

Dios te bendiga. Has el bien sin mirar a quien y recuerda que todo se regresa a nuestras vidas!!.
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